Catea Ejército casa de seguridad en Morelos

Jiutepec, Morelos.- Elementos del Ejército mexicano aseguraron la noche de este martes una casa de seguridad presumiblemente de sicarios del Cártel del Pacífico Sur (CPS) donde fueron encontrados documentos oficiales, un vehículo y herramientas de tortura y ejecución entre las que destaca una sierra, una horca y un vehículo donde transportaban a sus víctimas.

En la colonia Las Fuentes del municipio de Jiutepec, en una calle solitaria y sin pavimentar, elementos de la 24 zona militar localizaron una propiedad que era utilizada presuntamente por elementos del CPS, según los elementos castrenses, que mostraron a los medios de comunicación una vara con las siglas del cartel y que supuestamente era utilizada en la tortura de sus víctimas, además de que en el lugar también fueron encontradas credenciales, pasaportes, ropa y una caja fuerte.

Aproximadamente a las 18:00 horas, elementos militares ingresaron a la colonia referida y se introdujeron al inmueble que una denuncia ciudadana señaló como guarida de sicarios, ya que los reportes referían que por las noches se escuchaba movimiento, y que incluso se llegaron escuchar gritos en diversas ocasiones.

La casa de seguridad

En una propiedad de no más de 500 metros cuadrados, los sicarios habían montado una guarida con los elementos suficientes para torturar, asfixiar, ejecutar y descuartizar a sus víctimas. Incluso, los militares aún esperan constatar que en el “jardín” no se encuentre una narco fosa, ya que un olor penetrante a materia orgánica descompuesta inundaba el ambiente.

En el interior del inmueble fue encontrada una caja fuerte vacía, y sobre ella, un soplete con el que también podrían torturar a sus víctimas. Junto a artefacto de tortura, también fue localizada una “charola” del Congreso del estado de Morelos que decía “Diputado 2009-2012”. Debajo de ella, una sierra manual color rojo, aún tenía restos de sangre y cabello, al igual que un bidón de agua que estaba junto.

Del techo pendía una cuerda color verde, misma que giraba alrededor de una polea empotrada en el techo. En uno de los extremos de la cuerda había una horca, en tanto que del otro lado se visualizaba a simple vista que era la zona de manipulación. Junto, en la pared, a una altura de 50 centímetros del suelo, se apreciaban huellas se zapatos y manchas de sangre, lo que hace suponer que son las marcas de los zapatos de las víctimas cuando eran alzados por el cuello.

La casa era un desorden y maloliente. En las habitaciones fueron encontrados cartuchos útiles de AK47, así como vendas y material con que envuelven los cuerpos de los ejecutados, ya que es el mismo material textil que se aprecia en los cuerpos que han sido encontrados en diversas partes del estado de Morelos. Afuera, un agujero en la tierra asemeja una fosa, y el olor permite suponer la existencia de material descompuesto.

Asimismo, cerca del portón de entrada, se encontró una camioneta verde Jeep Cherokee sin placas, en cuya cajuela se apreciaban signos de que ahí eran trasladados los cuerpos. En el asiento del copiloto se localizó un cartucho vacío.