sábado, diciembre 25, 2010

La CEM pide a cárteles dejar armas, droga y venganzas

Ciudad de México.- En su mensaje navideño la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) exhortó a los integrantes del crimen organizado a convertirse y decir "no a las armas, no a la droga, no al dinero mal habido, no a la venganza, ni al poder efímero".

Los obispos de la Iglesia católica reiteraron que los intereses mezquinos de los cárteles de la droga, además de sus rencores, venganzas y odio, envenenan a la sociedad mexicana.

Carlos Garfias, arzobispo de Acapulco, recordó que en Guerrero persisten situaciones “graves” de violencia, corrupción e inseguridad a causa del crimen organizado y el narcotráfico, en contraste con la “desgarradora pobreza en la que se encuentran muchos hermanos nuestros y la precariedad en que vive tanta gente de buena voluntad”.

Invitó a los fieles a dejar de lado “la lógica del interés personal, el egoísmo, la intolerancia, las palabras ofensivas, la agresividad de la violencia y el maltrato, la mentira de vida y el engaño que nos vuelve hipócritas y nos destroza internamente, expresiones todas de oscuridad y tinieblas, de errores y pecados”.

Asimismo, pidió paz a hombres y mujeres “que tienen la grandeza de la humildad para reconocer que han recorrido caminos obscuros y que andan en sombras de muerte, pero que se arrepienten”.

En su mensaje de Navidad, el obispo de Saltillo, Raúl Vera, destacó que el pueblo mexicano “es victimado, está herido y lesionado por la guerra (contra el crimen organizado), por la injusticia, la corrupción, la negligencia, la violencia y la impunidad.

“En el país la situación de violencia e inseguridad es cada vez mayor; en Coahuila se incrementa el índice de robos, secuestros, extorsiones, masacres a jóvenes, personas desaparecidas y plagio de migrantes centroamericanos. Esta es una grave realidad que no puede esconderse en discursos evasivos”, sostuvo.

Según datos de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, Coahuila ocupa el tercer lugar en desapariciones de personas en los últimos tres años.

Por separado, Constancio Miranda Weckmann, arzobispo de Chihuahua, señaló que la construcción de la paz es una respuesta a la inseguridad y la violencia que se apoderó de los escenarios públicos de la sociedad.

“Esa dimensión espiritual puede ser decisiva para revertir los sanguinarios hechos de violencia que se multiplican entre nosotros”, señaló el prelado.

“No basta la fuerza pública ni las inversiones de capital para tener más empleos y educación, es necesario activar la fuerza espiritual que está puesta en cada persona para trascender cualquier amenaza a la dignidad humana.”

En su reunión de noviembre pasado, en su sede de Cuautitlán Izcalli, Estado de México, los obispos admitieron que la violencia e inseguridad ya afecta a las estructuras religiosas.

Entonces dijeron que los las amenazas, extorsiones a sacerdotes y el saqueo de templos se estaban convirtiendo en algo común.

Iglesia y narco

• En noviembre del año pasado el arzobispo de Durango, Héctor González Martínez, aseguró que El Chapo, líder del cártel de Sinaloa, residía cerca de Guanaceví, 300 kilómetros al noroeste de la capital estatal.

• En marzo pasado reiteró que era omnipresente: “Está en todas partes, lo mismo puede estar aquí (en Durango) que en un bulevar (...) Tengo un hilo directo por el que me entero”.

• Horas más tarde dio marcha atrás y señaló que sus comentarios eran sustentados en lo que los fieles le platicaban.
  • Narco Times Agency | Copyright 2011 | Nuevo Laredo Mexico | Aportaciones/fotos/videos/info: narcostaff@hotmail.com